Mermelada de Mandarina
Ingredientes:
Ralladura y zumo de mandarina, azúcar, zumo de limón y pectina de fruta
Elaboración:
A partir de recetas tradicionales, utilizando solamente la parte exterior de la piel y el zumo de la mandarina.
Temporada de la mandarina:
De noviembre a marzo.
Recomendaciones para su uso:
Además de su uso clásico en el desayuno y la merienda, untada en una tostada con mantequilla, también la recomendamos para el acompañamiento de cualquier derivado lácteo, sobre todo con los quesos frescos o semicurados, es un acompañante excepcional de cualquier tipo de postre y especialmente con aquellos que están confeccionados con chocolate.
Cata sensorial
Para su elaboración partimos de la variedad denominada “clemenule” y que se encuentra en su mejor momento durante los meses de diciembre y enero, caracterizándose por su dulzor y aroma.
Pelamos la parte naranja de la cascara de una manera muy fina, desechando la parte blanca (alvero), ya que este amarga, por otro lado se saca todo el zumo de la mandarina, confitándolo junto con la ralladura de la piel y el azúcar con un aporte de zumo de limón que nos proporciona un antioxidante natural.
A la vista nos encontramos con una mermelada color mandarina brillante y en nariz nos envuelve el aroma característico, como la misma mandarina, en boca resulta muy agradable el crujiente de la ralladura junto con el resto de la mermelada.
Se recomienda para cualquier postre que lleve chocolate, para mezclar con cualquier lácteo como el yogur, la cuajada o la tarta de queso y muy recomendable para elaborar salsas de acompañamiento con el confit de pato.